miércoles, 4 de mayo de 2011

Activos tangibles de colección


Existen activos tangibles, no financieros complementarios a las inversiones corrientes y conocidas por todos: Obras de arte, libros antiguos, valore filatélicos, monedas...
La adquisición de estos bienes a veces puede responder a distintos objetivos, como son el coleccionismo puro, el entretenimiento, la nostalgia, y otros...
Sin embargo, es una realidad frecuente que el paso del tiempo y otras circunstancias pueden hacer que el valor de determinados objetos asciendan a posiciones gratamente inesperadas...
Por ello, la inversión en bienes de colección, como las monedas merece ser una opción de inversión complementaria más que aceptable a la hora de diversificar inversiones o buscar inversiones "refugio".
Hay que aclarar y señalar que el comportamiento de este tipo de inversiones es claramente distinto al de los activos financieros, y suelen obtener las mejores plusvalías a medio y largo plazo.
Las características más atractivas de este tipo de inversiones son, pues:
- La estabilidad y seguridad de la inversión, dado que en general el valor de los bienes tangibles no sufren significativamente los rigores de los ciclos económicos. De hecho presentan claras tendencias a aumentar de valor en momentos de crisis económica, al ser normalmente considerados valores refugio.
- El potencial de revalorización y disfrutes adicionales fuera de lo económico (Disfrutar de un hobby, poder enseñar la colección, etc)
Así, la compra de estos bienes tangibles representa una buena vía de inversión o ahorro, a través de la creación continua de un patrimonio valioso con el objetivo de convertirlo en capital en el futuro o en el momento en que las necesidades así lo aconsejen.

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